lunes, 31 de enero de 2011

Quebrantando la Omertá...


   Eres Vitto Scaletta, un emigrante italiano en América que en su juventud acabó en prisión por cometer pequeños delitos para ganarse la vida. A cambio de tu indulto, te alistaste y te mandaron al frente a pelear contra los hombres de Musolini en tu vieja Italia natal. Herido en combate sin secuelas, regresas a tu ciudad Empire City ya como hombre libre. Visitas a tu familia y te das cuenta que la situación no ha cambiado, con graves problemas financieros agravados por las deudas que ha dejado en herencia tu malogrado padre. Ahora tiene dos caminos: trabajar como un honrado ciudadano para ganar un salario ridículo que apenas te llegue para comer, o reunir una pequeña fortuna labrándote un nombre y una reputación dentro del crimen organizado. Dime con quién andas y te diré quién eres. Así comienza tu aventura en Mafia II, el nuevo juego de los chicos de 2K Czech.


   Aunque en sí, el juego es una continuación del exitoso Mafia de hace unos años (donde descubrimos un sandbox muy original con una ambientación, una historia y una jugabilidad que hicieron las delicias de los jugadores) podemos afirmar que no se parecen en demasía ambos títulos. En esta ocasión, Mafia II no es un sandbox, es básicamente un juego de acción sustentado en tres pilares: historia (escenas de vídeo), conducción y combates.

   La historia es el punto fuerte de este título. En ella veremos el ascenso de Vitto en su carrera como mafioso hasta entrar en "la familia", y también seremos testigos directos de los inconvenientes de dedicarse al mundo del crimen. Cuenta con un buen guión, un doblaje aceptable en castellano (muy importante este dato), una banda sonora muy acorde con la época y una ambientación espectacular (sin duda lo mejor del juego). Me han gustado mucho los giros en la historia (que coinciden con los éxitos y fracasos de nuestro protagonista) y le otorgan ese punto de originalidad (cambio escenario nevado a primaveral o la evolución musical y automovilística que sufre el juego tras un periodo que transcurrirá en la cárcel es de lo más destacado...) que todo título precisa. No obstante, peca de abusar mucho de las escenas cinematográficas, aunque quizás sea necesario ese sacrificio para construir una historia decente y creíble.



   La conducción es muy importante para el desarrollo del juego. Para ello, al estilo GTA, podremos hacernos con cualquiera de los modelos representados. El manejo es sencillo y no presenta demasiadas dificultades hacerte con el control. Además, la policía mirará para otro lado si cometes alguna infracción menor como saltarte un semáforo en rojo o un adelantamiento por la izquierda (sin embargo si te perseguirán si chocas contra ellos o te ven robando un auto). De todas formas, es relativamente sencillo dar esquinazo a la pasma, basta con apretar un poco el acelerador y pronto los despistaremos. En el lado negativo, tenemos quizás el inconveniente de que en la mayoría de las ocasiones, la fase de conducción es tener que ir de un punto al otro extremo del mapa para continuar con la misión, no abundan las persecuciones a pesar de que las pocas que hay son bastantes espectaculares.

   La acción se divide en dos bien diferenciadas: por un lado, encontramos esas peleas callejeras en las que tendremos que emplear los puños (y alguna patada que otra) para rendir cuentas con nuestro adversario. El sistema de combos es original y de fácil manejo, por lo que pronto serás todo un experto matón. Por otro lado, tenemos los tiroteos. Disponemos de una buena variedad de armas (aunque no hay nada como calzarte tu traje con gabardina y liarte a tiros con la mítica Thompson...) y el sistema de coberturas es óptimo y creíble (con algunos elementos destructibles que hacen que no te puedas parar mucho en el mismo sitio). Además, encontraremos alguna que otra fase de sigilo, para que no se haga demasiado repetitivo.



   Sin embargo, se han echado en falta algunas misiones secundarias que ayuden a explorar y descubrir Empery Bay. Llama poderosamente la atención la relativa facilidad del juego, no poniendo en aprietos al jugador casi nunca. Además hay que resaltar que sólo haya tiendas de armas y de ropa en la ciudad y que el dependiente sea siempre el mismo en cada negocio del mismo tipo (le resta credibilidad que si hay ocho gasolineras distintas, el dependiente sea el mismo en todas ellas, a menos que sean ocho gemelos...). Esto unido a que gráficamente tiene varios fallos y algún que otro bug, hace pensar que esta franquicia (pues el final abierto confirma que habrá un Mafia III) tiene mucho margen de mejora para superar el 7 que le doy a esta su segunda entrega. Quizás podrían reverlarnos más datos sobre esta futura aventura, pero hasta ahora no lo han hecho... será cosa de la Omertá.

domingo, 30 de enero de 2011

Reinventando el Renacimiento


   Cuando Ubisoft anunció la tercera entrega de Assassin´s Creed, en el mismo marco histórico que la segunda parte (Renacimiento italiano) y con el mismo protagonista (Ezio Auditore), todos pensamos que se trataría de una expansión de una duración considerable que contentara la espera de los fans. Sin embargo, AC: La hermandad es todo un juego, más completo si cabe que su predecesor y con el que finaliza la historia y venganza del joven Ezio sobre el clan de los Borgia.



   En esta ocasión, nos encontramos en una sola ciudad, eso si, una urbe inmensa: Roma. Es un placer, para los que conozcan la ciudad, contemplar los sitios famosos de la ciudad eterna, como El Coliseo, El Panteón, El Vaticano, etc. Además, muchas de las misiones se desarrollarán en estos marcos inconmensurables, pudiendo disfrutar del gran nivel de detalle con el que están modelados y su increíble realismo. Otro dato que diferencia a esta segunda entrega de las aventuras de Ezio frente a la primera, es que podremos formar una hermandad, un grupo de asesinos que nos serán de muchísima ayuda en algunas fases del juego. Esto nivela un poco las fuerzas ante la inmensidad de soldados enemigos que encontraremos por el mapeado. Este hecho en particular me ha parecido todo un acierto, y espero que no caiga en saco roto para futuros juegos de la franquicia.


   Otro aspecto que han retocado, han sido que las fases que en AC II eran sólo plataformeras (Tumbas de asesinos), ahora (Guaridas de los seguidores de Rómulo) se mezclan con fases de lucha, de persecuciones plataformeras o a caballo, lo que le da algo de variedad. Para afinar más todavía, debemos de destruir cuatro máquinas que nuestro aliado Da Vinci se ha visto obligado a construir para Los Borgia (y que son todas diseños reales de Da Vinci) lo que nos llevará a diferentes ubicaciones de Italia en unas fases en las que se combinarán el sigilo y acciones de combate en vehículo (Un primitivo tanque, un carro con ametralladora, una barca de guerra y el posiblemente primer diseño de Ala Delta de la historia). Todo esto, adornado con las distintas misiones secundarias y retos de los diferentes gremios (Cortesanas, Asesinos, Ladrones y Mercenarios) y con el toque más "rolero" de poder comprar edificios, mejorar armas y armadura, etc. Y para completar el puzzle, encontraremos otra novedad con las llamadas Torres Borgia, que marcaran su zona de influencia, y que deberemos de quemar tras acabar antes con su correspondiente capitán.



   La historia está bien hilvanada, con ligeras lagunas y quizás un final no demasiado claro, pero eso en parte es la esencia y el atractivo de esta serie. Pues bien, con todas esas novedades, además de los alicientes habituales (recogidas de plumas, estandartes, tesoros...) el juego va perdiendo interés a medida que avanzas hasta dedicarte prácticamente a las misiones principales para acabarlo cuanto antes. Pienso que son tantas las cosas por hacer, que al final acabas un poco extasiado, pues al fin y al cabo se trata siempre de ir a un sitio a matar a alguien. Quizás si hubiese menos contenidos, reduciendo quizás con eso la duración del juego, esa sensación desaparecería y disfrutarías más de un juego técnica y gráficamente excelente. Por tanto, mi nota no puede ser más que un 8, sabiendo que la temática del juego puede dar más de sí y esperemos que sigan avanzando en la próxima entrega, que se rumorea que puede desarrollarse en el antiguo Egipto o en el marco de La Segunda Guerra Mundial.

lunes, 24 de enero de 2011

De ahora en adelante..


   Ayer pude ver la última película del laureado director Clint Eastwood, Más allá de la vida. Mucho se ha hablado de ella antes y después de su estreno pues existe una diversidad de opiniones sobre la calidad del film, si bien a mi modo de ver Eastwood no ha hecho aún, como director, ninguna película que no mereciese la pena ver.



   Pude ver in situ como había gente que abandonaba la sala mucho antes de que terminase la película quizás defraudados por lo que estaban viendo, o oír comentarios no demasiados generosos tras la conclusión del largometraje. ¿Significa esto tal vez que realmente Eastwood ha hecho un mal trabajo? Si la interpretación de los actores es notable, la dirección vuelve a ser maravillosa, la B.S.O. y la fotografía magníficas y el guión es de Óscar, ¿porqué esa disparidad de criterios? Eso es lo que trataré de esclarecer en las siguientes líneas.

   Por un lado tenemos la sombra de hombre duro que acompaña siempre al bueno de Clint, pues su fama se la debe a papeles como el del detective Harry Callahan (Harry "El Sucio") o a esos vaqueros rudos del Spaguetti Western que inmortalizó junto al gran Sergio Leone. Esta imagen se contradice totalmente con la del Eastwood director, pues su cine se desarrolla por otros derroteros. Los fans que ganó en su etapa de actor son los que ahora se ven desilusionados con sus películas, pues no es el producto que esperan. Hay otra gran película de Eastwood, Gran Torino, dónde paradójicamente hace referencia a este asunto. En ella, su despedida como actor, interpreta a un personaje que resume toda su carrera como actor, un tipo duro, valiente, un antihéroe arrogante y chulesco que sin embargo deja al descubierto un corazón enorme. Esta  simbología que Eastwood refleja en Gran Torino, coincide con la dualidad de su cine, lleno de acción y violencia como actor y repleto de historias humanas, de sensibilidad, mucho más realista y cercano cuando se encuentra tras la cámara.



   Sin embargo, lo que más daño a hecho bajo mi punto de vista ha sido la campaña de marketing que precede al estreno. Se nos vende a priori una historia de terror psicológico y sobrenatural, de fantasmas y espíritus campando a sus anchas por la pantalla y lógicamente, el espectador que compra la entrada se sentirá estafado si no ve una secuencia en la que al médium se le tornen los ojos de blanco y fenómenos extraños comienzen a desencadenarase sin control... Nada más lejos de la realidad. El tema de la muerte aparece en la película pero no es el tema principal, es quizás un punto de apoyo que usa Eastwood para narrarnos otra historia totalmente distinta. Tres personas diferentes en todo, en tres sitios distintos del planeta sufren una experiencia relacionada con la muerte, ya sea propia o la de alguien cercano. A partir de ahí, la historia que se nos quiere contar es la de como esas personas siguen con su vida y de cuanto esa experiencia los ha cambiado. No se trata en ningún momento de centrarse en si existe vida tras la muerte o no, o como sería ese mundo sobrenatural. Esa es una cuestión secundaria, algo que queda claro cuando al médium (Matt Damon) le preguntan que dónde se encuentran las personas con las que contacta, y él responde que no lo sabe, que después de más de mil contactos o lecturas todavía no lo sabe.

   Esta teoría se ve reforzada cuando somos conscientes de la mala traducción que han hecho las productoras del título original. En España, se ha titulado como Mas allá de la vida, con lo que hace una clara referencia a ese ya mencionado mundo espiritual y sobrenatural, pero el título original en inglés de la película es Hereafter (como el libro que la periodista francesa acabará escribiendo en el film), un término que se traduciría en un contexto normal al castellano por "de ahora en adelante..", lo que remarca más el lado humano de la historia y se aleja de lo paranormal. En resumen, acudan a ver esta sensacional película del maestro Eastwood, pero háganlo siendo conscientes de que van a ver una historia que habla de seres humanos que deben superar una experiencia traumática relacionada con la muerte y de cómo intentar reconducir sus vidas. No esperen espectros que los levanten de la butaca, pues se llevaran en tal caso una enorme decepción en lugar de un buen susto.