viernes, 27 de julio de 2012

Predicando en el desierto

  
   Si la primera fue en la selva tropical, y en la segunda los paisajes nevados del Himalya, para la conclusión de la trilogía de las aventuras de Nathan Drake sus desarrolladores han elegido el desafiante desierto del Rub Al-Jali. Las expectativas estaban en todo lo alto ya que la marca Uncharted se ha convertido en el estandarte de la PS3, y los chicos de Naugthy Dog no han decepcionado. Uncharted 3, la traición de Drake es con casi toda seguridad la última vez que veamos a Nathan Drake en las consolas de esta generación, pero sin lugar a dudas se marcha dejando el pabellón bien alto.



   En esta ocasión, el argumento gira en torno a la búsqueda de una ciudad mítica conocida como la Atlantis de las Arenas, con la vida de Francis Drake y Lorence de Arabia como trasfondo. Volveremos a ver a los personajes principales de la saga (y alguno que otro nuevo) en situaciones verdaderamente extremas que elevarán nuestros niveles de adrenalina hasta rozar lo patológico. De nuevo aparece en escena esa mezcla de viodeojuego y espectáculo visual, que nos transporta hasta lo que podríamos llamar una película interactiva. No sería extraño ver dar el salto de Drake a la gran pantalla, pues últimamente están de moda las versiones cinematográficas de las estrellas de los juegos, y con Uncharted este salto será menos traumático que en otras ocasiones.

   El apartado gráfico del juego es insuperable para los medios que disponemos actualmente, lo que unido a su frenética jugabilidad lo convierte en un título imprescindible para nuestra colección. La campaña se ha alargado notoriamente, y han mejorado puntualmente los movimientos de nuestro héroe,  pero básicamente deberemos de nuevo de luchar cuerpo a cuerpo o con una variedad amplia de armas, escalar y realizar saltos y piruetas imposibles, resolver ingeniosos puzzles o salir airoso de trepidantes persecuciones que nos dejarán (a nosotros y a Drake) sin aliento. Cuenta con una banda sonora original y está perfectamente doblado al castellano. Además, como ya ocurriese en las anteriores entregas, hallaremos ese componente fantástico, esa chispa sobrenatural, que le da una carácter más a lo Indiana Jones.



   Hace poco, uno de los responsables del juego dijo que Nathan seguiría teniendo aventuras mientras la gente lo siga demandando. Lo que es lógico, es que con la calidad de juegos así, es fácil vaticinar una larga vida al sello Uncharted, aunque tras ver los efectos de una arena desértica  más realistas jamás vistos en un videojuego, o una secuencia tan espectacular como cuando intentamos huir de un barco que se hunde, es de humanos pensar que el futuro de Uncharted está en una hipotética y futura PS4, de la que hay muchos rumores pero nada confirmado por SONY. De momento, y mientras esperamos novedades en este aspecto, Nathan puede consolarse con el 10 que le adjudico a su última aventura. Por último, os preguntaréis el por qué del título, pues es una frase hecha cuyo significado dista mucho de los expuesto en el post. Pues bien, basta sólo con usar la acepción más ruda de la palabra predicar, en otras palabras, sustituir el verbo por "dar hostias" y le encontréis el sentido.

sábado, 7 de julio de 2012

¿Los ángeles tienen sangre?

  
   Con Eterna, Guillermo del Toro y Chuck Hogan ponen punto final a la una Trilogía de la Oscuridad, una visión apocalíptica vampírica del mundo que empezara allá en el 2009 con Nocturna. Si la primera novela supuso un soplo de aire fresco al género, entremezclando el terror clásico con el thriller pseudocientífico, la continuación con Oscura fue una tremenda decepción. Simplemente no mantuvo el nivel de su predecesora, sino que se limitó a contar una historia algo banal, de la que sólo los flashback despertaban algo de interés, y dejó a las claras que esta historia podía haberse contado perfectamente en dos entregas. En la culminación de la saga, con Eterna, podríamos decir que el interés por la trama renace, aunque tampoco de una forma exagerada. La proximidad del final, que se antoja bastante previsible, hace que sigas leyendo el libro, pero sinceramente son pocos los alicientes que esta parte de la novela despierta en el lector. Es como si la trilogía del oscarizado director fuese una montaña rusa, con continuas subidas y bajadas de nivel, o más bien como una etapa ciclista que empezara con un puerto de categoría especial, continuara con unas decenas de kilómetros llanos y terminara en un puerto de segunda categoría.



   Si en Nocturna se intuía un claro homenaje a Drácula de Stoker (la llegada con el avión vacío, la figura de Setrakian, etc..) y Oscura naufragaba en un mar revuelto de datos confusos mientras nos contaban la existencia de un libro antiquísimo que podría ser la llave del triunfo sobre los vampiros (llamado el Occido Lumen), en Eterna el factor vampírico se diluye casi por completo como un azucarillo en el café. Prácticamente da la impresión que es una novela sobre la ocupación nazi y la resistencia francesa. Un mundo controlado por los chupasangres pero con una organización de la que estaría orgulloso el mismísimo Goebbels. Campos de concentración, toques de queda, traidores a la causa, guerra de guerrillas... todo hace recordar al período más negro de la historia de la humanidad, y si no fuese porque de vez en cuando hay alguna decapitación con espadas de plata o episodios telepáticos protagonizados por el Amo, nos olvidaríamos por completo que estamos ante una obra de terror sobre vampiros.



   Pero también hay detalles para la esperanza en esta trilogía. Si una cosa está clara es que Del Toro sigue brillando por su creatividad y su imaginación desbordante. La capacidad de trazar una trama tan compleja, con personajes tan profundos y carismáticos, hacen que brille un llama de optimismo para las próximas incursiones del director de cine en el mundo de la literatura. El fallo a mi modo de ver, es que no ha encontrado un ritmo constante, pues ha habido partes en la trilogía verdaderamente soporíferas y otras en cambio adrenalínicas. No es sencillo para un autor "novel" encajar una trama de terror clásico, con matices científicos, datos históricos y referencias religiosas. Si se nos quería presentar a los vampiros como los dueños de nuestras pesadillas, como seres maléficos y sangrientos, primitivos y demoníacos, no pueden transformarlos a posteriori como unos seres cuyo objetivo final es el mismo que el malo de turno de una pelicula de James Bond: controlar el mundo.

   Sirvan estas palabras para estimular a Del Toro a mejorar o pulir sus futuras obras. Puede que sea quizás demasiado estricto o severo, pero es que las expectativas que levantó en mi Nocturna no se han visto cumplidas después. La historia en sí no me desagrada, y veo potencial en el para ser un gran escritor, al igual que la demuestra detrás de la cámara. De la crítica constructiva se crece, se sale fortalecido o se rebela ante ella si se es inconformista. Así lo hicieron muchos, incluso Oziriel ante su dios, porque... ¿tienen sangre los ángeles?

jueves, 5 de julio de 2012

La partícula de Dios

 
   Muchos habrán desayunado con la noticia del presunto hallazgo de la llamada "partícula de dios" o bosón de Higgs. El descubrimiento viene a ser a la física, lo que el ADN a la biología, pero la gran cuestión es.. ¿Qué diantres es un bosón?



   Hace ya algunos años, un tipo llamado Newton descubrió o más bien se percató de la existencia de la gravedad al caerle una manzana en la cabeza (cosa que no hubiese podido hacer de ser una teja o un ladrillo lo que le hubiera caído encima...) y a partir de ahí nació la física clásica o newtoniana, basada en unas leyes que explicaban el mundo físico que nos rodea. Más adelante llegarían gente como Planck, Einstein o Bohr idearon la física cuántica o de partículas, que volvía a transformar todas las leyes conocidas y daba un vuelco al modelo hasta ahora adoptado. ¿Quiere esto decir que el modelo de Newton ya no vale? Sinceramente no. El modelo ideado por el físico británico es perfectamente válido para explicar todo lo que la vista nos deja contemplar, pero cuando nos adentramos en el mundo atómico, microscópico, estas leyes dejan de tener valor y su modelo carece de sentido. Es decir, podemos aplicar un modelo para cada situación y todos serían perfectamente válidos y plausibles.

   En la física de partículas ha habido una sucesión de partículas "indivisibles" que con el paso de los años, han ido variando su estatus. Primero fue el átomo la partícula que se consideró indivisible, después fueron los neutrones y actualmente se considera que la partícula más pequeña que se puede encontrar en el universo son los llamados quarks. Pues bien, un quarks es la partícula elemental de la materia, y no se pueden encontrar por sí solos, sino que siempre se encuentran en grupos de dos o tres quarks. Estas uniones interaccionan entre ellas gracias a los bosones, por tanto en el modelo de física actual y de la materia, los quarks y los bosones serían las partículas elementales pues no existe evidencia de que puedan estar formadas por otras partículas más "pequeñas".



   El bosón de Higgs es por tanto la partícula elemental más pequeña que contiene masa o materia. Para entendernos, en el universo hay cosas que tienen masa constituidos por átomos (como los seres humanos) y cosas que no tienen masa (como la luz por ejemplo). El bosón de Higgs es la partícula más pequeña conocida que tiene masa o materia, por tanto podemos decir que es el origen de esa masa o materia. Hasta ahora, esa partícula existía sólo en teoría, pues nunca se había podido descubrir o probar su existencia, pero a la vez su presencia era necesaria para explicar todo el modelo subatómico de la física de partículas. Este miércoles, el CERN gracias a su acelerador de partículas, ha descubierto lo que a priori (todo indica que así es, pero falta confirmación absoluta) se correspondería con el bosón de Higgs. La ciencia avanza y la partícula de dios ya es un hecho, como lo es que cada vez estamos un poquito más cerca de él.