martes, 11 de mayo de 2010

Sam "Bauer" Fisher


  Acabo de terminar el nuevo juego de la saga del agente Sam Fisher "Splinter Cell Conviction". Para los que no la conozcan se trata de una saga que se basa en la infiltración de un agente especial en una serie de escenarios para resolver conflictos de repercusión mundial. En pocas palabras, eres un fantasma, debes entrar y conseguir lo que quieres sin ser detectado y sin que queden pruebas que tu has estado allí. Si por lo que sea te apresan, nadie responderá por tí (esto último muy de película americana de James Bond...).



  No me equivoco si digo que había que darle un vuelco a la serie si quería seguir atrayendo tanto a nuevos jugadores como a los ya veteranos. Y lo han conseguido a medias. El desarrollo de este último Splinter Cell (es la quinta entrega despues de Splinter Cell, S.C. Pandora Tomorrow, S.C. Chaos Theory, S.P. Double Agent y sin contar la decepcionante entrega para PSP S.P. Essencial) se aleja un poco de sus predecesores, pues si en los primeros Sam Fisher se limitaba a seguir órdenes por el bien de su país, en esta última aventura se nos muestra un hombre destrozado por la muerte de su hija, que culpa a todo el mundo, que se siente traicionado por aquellos en los que más confiaba y que sólo tiene una palabra en mente: Venganza.



  Con ese panorama, Fisher asume un rol más a lo Jack Bauer o Jason Bourne, y emprende una serie de misiones en las que al mismo tiempo que descubrirá toda la verdad sobre su hija, logrará así como quién no quiere la cosa evitar un atentado terrorista cuyo objetivo es la mismísima Casa Blanca.



  Gráficamente está muy conseguido. Buenas animaciones y escenarios logrados, aunque un poco repetitivos. La inteligencia artificial de los enemigos tiene sus lagunas, de hecho recomiendan jugar en modo difícil para que está se vea en todo su potencial. La infiltración sigue siendo un punto esencial del juego, si bien los combates se han incrementado y prácticamente es imposible evitar tener que eliminar a todos los enemigos que salgan al paso (cosa que en otras entregas era una alternativa...). Cuando Sam está oculto entre sombras, la pantalla se vuelve en blanco y negro, lo que nos indica que nadie puede vernos, salvo que nos deslumbren con una linterna. En sí es un éxito bajo mi punto de vista, pues en este caso Fisher debe valerse de sus medios ya que hasta las últimas fases del juego no contará con su ansiados gadgets. Al mismo tiempo, hay veces que se vuelve todo demasiado oscuro y recuerda la sensación de aquellas películas de acción de serie B en las que las escenas más espectaculares siempre se daban de noche y con baja iluminación y prácticamente tenías que intuir lo que estaba pasando.



   En resumen, me ha resultado entretenido y una decente continuación de la historia, si bien hay detalles que espero mejoren para la siguiente. Fundamentealmente dos: me ha resultado demasiado corto, muy corto y rematadamente fácil. Con todo, no puedo darle menos de un 7, pues en sí a aportado avances como el sistema de control que me ha cautivado.

  Bueno consoleros, una vida termina y otra apenas acaba de nacer. He comenzado el laureado Batman: Arkham Asylum, dónde tomas el control del Caballero Oscuro atrapado en un psiquiátrico controlado por su archienemigo Jóker. Mezcla de acción en tercera persona, rol, infiltración y puzzles, promete ser uno de los mejores juegos que haya jugado últimamente. Mientras tanto falta una semana para la salida del esperadísimo (por mí parte) Red Dead Redemption..



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