domingo, 12 de junio de 2011

Isaac Clarke, un Quijote escatológico

  
   Permítanme esta licencia con el personaje predilecto cervantesco, para titular este post. La referencia no alude a la soledad del personaje principal Isaac Clarke durante toda la aventura que bien pudiera ser, sino que hace referencia a una cita que repetía mi profesor de literatura del instituto y que venía a decir más o menos que "segundas partes nunca fueron buenas... menos la del Quijote". Pues bien, esa afirmación podría sufrir una ampliación con muchos ejemplos de segundas partes que actualmente superan a la original. Uno de esos casos es de lo que vengo a escribiros hoy, Dead Space 2, sin duda el mejor juego en su género (survival horror) y toda una demostración de como el miedo puede resultar muy divertido.


   Tras los acontecimientos que vivió a bordo de la nave minera USG Ishimura y tras la trágica pérdida de su novia Nicole, Isaac despierta en una estación espacial llamada The Sprawl (El Eje) donde ha permanecido durante tres años en coma. Como sucede en la mayoría de las ocasiones, nadie cree su versión de los hechos, que hablan sobre una efigie maligna, la masacre de todos los tripulantes de la nave y su posterior conversión en espeluznantes necromorfos. Pero pronto, la pesadilla comienza de nuevo y toda la estación se convierte en una enorme tumba de cuerpos sin vida de los colonos y horripilantes criaturas que acechan en cualquier rincón.

   En muchos foros y análisis de revistas especializadas tachan al juego de continuista y de poco innovador... pero ¿importa realmente? Esa es la cuestión, porque si el producto funciona, ofreciendo una calidad incuestionable no deben salirse de la línea marcada. No obstante, analicemos las lindezas del juego más profundamente antes de sacar conclusiones y juicios de valor precipitados.


   Lo que más destaca es su increíble atmósfera y extraordinaria ambientación. Desde los primeros segundos de juego, ya notarás la tensión en tu cuerpo. Los escenarios lúgubres y oscuros, muy mejorados y más variados respecto al anterior, con continuos signos de masacres a tu alrededor, unido a una música estridente y un apartado sonoro magnífico con lamentos, chillidos y pasos que acechan prácticamente durante toda la aventura, hacen que se te coja un nudo en el estómago que no se desaparecerá hasta que veas los créditos finales en la pantalla. Además se ha incluido unas gotas de terror psicológico con la salud mental de Isaac, contínuamente acosado por visiones de su novia y atormentado por la culpa de no haber evitado su muerte.

   La jugabilidad permanece intacta, con un desarrollo lineal bajo la piel del ingeniero Clarke, debiendo avanzar de habitación en habitación para escapar, resolviendo puzzles no muy complicados, completando minijuegos bastante entretenidos y exterminando la horda de necromorfos (cuyo número ha aumentado considerablemente) que nos acecharán en cada esquina y harán que saltemos más de una vez de nuestro sillón. Se ha ampliado el número de trajes y de armas a nuestra disposición y se mantiene los poderes especiales y el sistema de mejoras. La munición y los botiquines escasean como el la primera parte y habrá que administrar muy bien nuestros recursos si queremos seguir vivos. La mejora gráfica es apreciable a simple vista, el guión y la historia son correctos y te sumergen en la historia y su trasfondo. Además se profundiza especialmente en el personaje principal y nos presenta un Isaac mucho más humano, aunque sigue siendo parco en palabras. Las zonas de gravedad cero sufren un lavado de cara muy positivo, siendo mucho más llevaderas, intuitivas y menos confusas. Otra baza a su favor es que el título en sí es mucho más espectacular que su precuela, más cinematográfico por decirlo de alguna manera.


   Anecdóticamente, me llama poderosamente la atención la semejanza que podemos señalar entre la saga de Dead Space y la serie de películas Alien. Es cuanto menos curioso, que tanto el Dead Space y el Alien original se desarrollan en un mismo escenario (una nave asolada y abandonada a su suerte). podría tratarse de una mera coincidencia, pero es que en Dead Space 2 y la continuación de la película protagonizada por Sigourney Weaver también tiene lugar un escenario idéntico: una estación espacial. Otros jugadores quieren ver también una crítica hacia la Cienciología con la implicación de la secta ficticia Unitología, adoradores de la efigie, que centra el guión del juego. Sea como fuere, estamos sin duda ante una obra maestra que no merece menos de un 10 y que cumple con creces su objetivo: hacerte disfrutar pasándolo realmente mal... una paradoja ¿verdad?

1 comentario:

  1. O sea que ha habido cagaleras!!!jugando sólo en la penumbra,agazapado en la madriguera como animal acosado, temeroso de la ladina mala suerte...

    Miedo me da a mi cómo los politicuchos están dejando el país, que vamos a retroceder en el tiempo a los malvividos años del hambre y el hampa.

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