jueves, 24 de febrero de 2011

De tal palo... tal escritor


   La primera vez que el nombre de Joe Hill comenzó a sonar entre los lectores habituales, fue cuando su primera novela El traje del muerto se situó como numero uno en ventas en Estados Unidos. La obra llegó a España como un magnífico relato de terror, consagrando al joven Hill y otorgándole ese halo de ser el nuevo rey de miedo de la literatura. A mí el libro me gustó, pero no hasta el punto de idolatrar a su autor. Fue, a mi modo de ver, un buen comienzo para alguien que empezaba en este mundillo. Con el éxito de su ópera prima, se publicó una recopilación de relatos breves de terror que Hill había escrito tiempo atrás para algunas revistas especializadas. Se tituló Fantasmas, y aunque contiene cuentos que son originales y divertidos, he de reconocer que dejé el libro a la mitad por tedioso.



   Hace poco, Joe Hill reveló su más profundo secreto y que había conservado bien oculto hasta que su revelación no tuviera las consecuencias que podría tener si se hubiese sabido prematuramente. Es hijo de Stephen King. Así, como suena, resulta que el nuevo rey del terror de la literatura anglosajona es hijo del anterior rey (como toda monarquía que se precie). Explicó que usó (y sigue usando) el seudónimo de Joe Hill para ocultar sus raíces, pues quería labrarse un nombre por el mismo, sin que las editoriales le abriesen las puertas de par en par sólo por su apellido. Este hecho me hizo recapacitar y darle una segunda oportunidad. Recientemente me hice con un ejemplar de su segunda novela Cuernos (de reciente publicación en nuestro país) y he de decir que ahora sí, Hill se ha ganado el sobrenombre de rey o príncipe de la literatura de terror.



   Justo un año después del asesinato de su novia Merrin, Iggy despierta tras una noche de fiesta y borrachera descubriendo que le han salido cuernos. Pronto descubrirá que la gente reacciona de forma muy extraña ante ellos, desvelándole a Ig sus más íntimos secretos, sus más recónditos pensamientos y sus más inconfesables pecados. Este poder se convertirá en una maldición para el pobre Ig, que descubrirá que sus amigos, su novia actual, su familia, sus vecinos, en definitiva todos, le creen culpable del asesinato de Merrin. La vida de Ig se volverá pronto un infierno, pero poco a poco descubrirá que quizás no se esté tan mal en el infierno porque al fin y al cabo él se está convirtiendo en el diablo.



   La novela es mucho más redonda, mejor hilvanada y escrita que su predecesora. Los capítulos cuentan la vida de Ig, no sabiendo nunca si vas a leer uno que transcurra en la actualidad con sus cuernos o uno con un flashback importante que revele como sucedieron ciertos hechos. Esta mezcla de pasado, presente, niñez, adolescencia y madurez me hace un poco recordar al desarrollo de La isla de los cazadores de pájaros. Lo que hace única la obra de Hill y la convierte en un best seller, es su ritmo. No decae en ningún momento, a pesar de que el autor desvela en las primeras 100 páginas lo que la mayoría se guarda para el final. En esas primeras páginas, sabremos quién es el asesino de Merrin, porqué se le culpa a él, etc. No obstante, debemos de avanzar pues los giros que da el argumento a medida que profundiza en los distintos personajes que componen la historia no nos dejarán pestañear. Quizás no tenga ese grado de miedo o terror que si poseía El traje del muerto, pero la historia es tan cautivadora y está tan bien narrada que apenas notaremos esa ausencia hasta el final.



   Sin duda recomendaros este título, que aunque parezca simple a primera vista, encierra un pequeño tesoro. Es fascinante la transformación Kafkiana que sufre Ig, quien era una buena persona y acabará convirtiéndose en un demonio que domina a las serpientes y se revitaliza con el fuego. Un cambio necesario el de meter a una buena persona en el cuerpo de un diablo para hacer el mal y así descubrir a los demonios con forma humana que nos rodean.


1 comentario:

  1. Javi Varas titularísimo24 de febrero de 2011, 21:36

    Y digo yo, ésta gente no es capaz de escribir una novela con otro tipo de temática, no sé, algo así como un thriller, policíaca, novela negra...en fin. De todos modos, el libro, tiene buena pinta, espero que sea mejor que sus antecesores.Coincido contigo tanto con fantasmas como con el traje del muerto.Éste último no está mal pero me esperaba más, francamente. En la contraportada de uno de sus libros anteriores, no sé bien en cuál ya ponen que Joe es hijo de quién es, así que la noticia sobre el verdadero nombre de Joe, no creo que sea de última hora.Bueno, un saludo campeón.

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